‘Cuentos para educar en inteligencia emocional’ es el título del libro de la escritora Clara Peñalver. En sus páginas ha construido una fábrica de cuentos para que los padres y los profesores puedan adaptar las historias al aprendizaje emocional de sus hijos y alumnos. Un método que Clara traslada a través de talleres que imparte, por ejemplo, en centros escolares.
Los vasos de una cafetería en el centro de Málaga se han convertido en un medio para mostrar el trabajo de diferentes artistas. Todo comenzó como un juego y se convirtió en una auténtica batalla de dibujantes, que fueron decorando los vasos de El Último Mono Juice & Coffee. Hay un ganador, pero sobre todo hay una representación del arte emergente que vive en la ciudad.
En 2014 esta andaluza del Club Sincro Sevilla se coronó campeona de España júnior de natación sincronizada en la modalidad de dúo. Todo empezó una década antes, cuando, con apenas ocho años, se lanzó por primera vez a una piscina para realizar sus primeras figuras. En su último año como juvenil, Alba Romero sueña con defender a la selección española en una gran cita internacional.
La Escuela Politécnica Superior y la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Almería han ideado unos jardines verticales que unido a los muros existentes en las autovías de cemento, hormigón o vidrio, reduce en hasta un 50 por ciento el ruido provocado por el tráfico. Se trata de un invento novedoso pensado para zonas áridas puesto que se realizan con plantas que requieren poco riego.
Este investigador del Instituto de Ciencia de Materiales de Sevilla trabaja en la creación de nanoestructuras de titanio con fines médicos. Su investigación supone un gran avance pues permitiría disponer de prótesis antibacterianas para impedir así las habituales infecciones. La labor de Rafael Álvarez en el campo de la nanotecnología no ha pasado desapercibida para la comunidad científica. Entre los reconocimientos recibidos, un premio concedido por el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Su nombre es Robot Social IO y es una creación de Bernardo Ronquillo, un ingeniero sevillano interesado en la Psicología y en la inteligencia artificial. El robot está diseñado como una herramienta del terapeuta, de manera que, mediante la programación de determinados ejercicios, el usuario y la familia puedan trabajar en el desarrollo de las habilidades emocionales y del lenguaje, áreas en las que las personas con autismo tienen especiales dificultades.
