La cineasta Isabel Ocampo llevó hasta la Seminci de Valadolid una de esas historias que hace tiempo dejaron de impresionar al espectador. La dificultad de la adolescencia en un barrio marginal sorprende menos desde que en el 95 John N. mith llevara a la gran pantalla, de la mano de Michel Pfeiffer, la taquillera película de ‘Dangerous Minds‘.
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