Coordenadas es el nombre bajo el cual se dan cita el cantante Juan Luis Pineda, el poeta Alejandro Luque y el productor David León. Diez años después de que se reunieran en el disco Olla de grillos, vuelven a trabajar juntos en un nuevo proyecto. Con portada del fotógrafo Antonio Acedo, el disco se abre con Coordenadas, la canción que da título al disco y toda una declaración de intenciones: en tiempos difíciles, el músico sale al encuentro de su público en una suerte de seducción recíproca.

En La duda, uno de los temas más hondos del repertorio, el que el espíritu de un Jeff Buckley regresa con aires de nouvelle chanson gracias a las sobresalientes guitarras de Daniel Cortés. Agua de mayo, por su parte, es una desenfadada historia de amor que comienza con una atmósfera un tanto misteriosa, a ritmo de rap, para abrirse luego a una cadencia de las que te arrastran. Un deseo infinitamente aplazado es el motivo de Media naranja, una de esas novelas de tres minutos que sólo firman maestros como Fito Páez o Sabina. En Estoy que amo, los versos del maestro gaditano Carlos Edmundo de Ory aparecen como nunca antes han sonado, a un ritmo de drum’n’bass que no supone, en ningún caso, un menoscabo de su profundo lirismo, sino por el contrario un contraste de lo más sugestivo.

Delirio, uno de los temas más potentes del disco, parte de la novela homónima de Laura Restrepo para jugar con la idea de locura en la pareja, al ritmo del bajo prodigioso de Jerónimo Abdel-Fattah Gómez. El viaje a ninguna parte recuerda la novela –y posterior película– de Fernán-Gómez para ironizar sobre la vida en la carretera de los músicos, siempre mal pagados y despreciados. Todo por hacer, acaso la canción más indie del disco, es de nuevo una historia de amor urbana y nocturna, llena de fuerza y de sensibilidad. Por último, Cuando cierres pone el broche acústico, reposado y reflexivo, de la mano de los versos del gran poeta cubano José Pérez Olivares.

En definitiva, un disco que supone una inmersión en un universo sonoro, poético y sentimental de inusual riqueza, refractario a todas las etiquetas y alejado de los discursos simplistas. Coordenadas es, en definitiva, una invitación al buen gusto y una llamada a encontrarse en plena era de la incomunicación.