José Luis Puche, un camino trazado a lápiz desde Málaga hasta Sidney

En 2008 expuso su obra de forma individual en Birmingham. Ahí arrancó su experiencia internacional. El malagueño José Luis Puche ha mostrado sus obras en lugares como Nueva York, Sidney y Dubai. En 2017 realiza una intervención en la escalera del Centro Pompidou de Málaga, y empieza a trabajar con una galería en Bogotá (Colombia).

Mercedes Cantero, una montadora de cine que extrae el alma de las historias

La sevillana Mercedes Cantero lleva dos décadas dedicándose a contar historias. Las suyas son audiovisuales, las escucha y las cose para hilvanar un patrón propio que le ha llevado a ser guionista de la mayoría de los documentales en los que participa como montadora. Entre sus montajes más reconocidos se encuentra el largometraje ‘Juan de los Muertos‘ (Goya a la mejor película iberoamericana) y los documentales ‘Omega‘, sobre el cantaor Enrique Morente, y ‘Mi Querida España‘, un repaso a los 30 años de la historia de nuestro país a través del archivo de más de 5.000 entrevistas del periodista Jesús Quintero.

Irene Gómez Calado, una directora de orquesta que ha hecho historia en La Scala de Milán

La sevillana Irene Gómez Calado pasará a la historia por ser la asistente de dirección de orquesta más joven que ha tenido La Scala de Milán. Se acaba de incorporar, en abril de 2017 con 29 años, como la mano derecha del maestro Paavo Järvi para un repertorio que incluye la ópera ‘Don Giovanni’ de Mozart. No es el único mérito de Irene que se perfila como un firme valor en el ámbito de la dirección musical. Lo suyo promete ser un ascenso fulgurante.

Rocío Molina, una bailaora entre la tradición y la vanguardia del flamenco

La malagueña Rocío Molina (1984) sabe lo que es triunfar en Japón, Francia, México, Taiwán, Reino Unido… Sube a esos escenarios para exponer sus dudas, sus ilusiones y sus inquietudes. Cada espectáculo es un girón de piel, un capítulo biográfico. Es su verdad. Por eso no siente miedo al unir en sus obras la esencia flamenca con la danza de vanguardia. Y así, haciendo camino, aquella niña que empezó a bailar a los tres años y que ya dibujaba sus propias coreografías a los siete, recibió en 2010 el Premio Nacional de Danza, a los 26. ‘Caída del cielo’ es su última obra.