Alejandro Ramírez, del rock a la artesanía a través de la guitarra

La necesidad y la curiosidad llevaron a Alejandro Ramírez, almeriense, a fabricar su primera guitarra eléctrica cuando tenía 18 años. Tocaba en un grupo de rock y no podía permitirse comprar guitarras buenas debido a su elevado coste económico. Así que decidió probar a hacerse su propia guitarra. Así comenzó lo que hoy es su trabajo y a la vez pasión. En 2006 creó su empresa O3 Guitars, donde construye una veintena de guitarras al año para clientes de España, Alemania, Inglaterra o Francia. Utiliza maderas de distinta procedencia como el cedro español o el arce canadiense para elaborar guitarras ergonómicas, con muy buen sonido y con diseños originales y únicos que sus clientes pueden adaptar a su gusto.

José Manuel Domínguez, un artesano que traduce el idioma de la piel al mundo

La infancia de este onubense de Valverde del Camino transcurrió impregnada en el olor a piel recién curtida y con la banda sonora de las hebillas. Marroquinero y guarnicionero de tercera generación, su vida comenzó marcada por un oficio de honda tradición en su pueblo. Su destreza le ha servido para ostentar la Carta de Maestro Artesano de la Junta de Andalucía desde su taller Artesanía Berrocal. José Manuel afirma que la piel habla y le dice cómo trabajarla. Ese idioma es el que ahora enseña a su sobrino, el encargado en el futuro de mantener la tradición familiar.

Chema Cantón, creatividad y transparencia en la promoción musical

Chema Cantón está vinculado a la música desde los 22 años. La mayor parte la ha pasado sobre un escenario pero ahora ha dado un paso más en la promoción musical, creando una empresa que bajo el nombre de Rosetas, así es como se llama a las palomitas en Jaén, busca dar promoción a los artistas jiennenses y en condiciones justas y transparentes, para ellos y para quienes les contratan. Los primeros retos de Chema Cantón:  crear una orquesta, La Gran Rockset, y la primera Escuela de Música Moderna de Andalucía.

Baldomero García, maestría artesana para tornear el futuro de la alfarería

Creció entre tornos, vasijas y barro y con sólo 5 años ya empezó a ‘jugar’ con lo que se convertiría con los años más que su profesión, su pasión. Baldomero García pertenece a la séptima generación de una familia de alfareros de Níjar, Almería. Cuenta con tristeza que de los 20 talleres que había en la localidad hoy en día sólo quedan dos: el suyo y el de su primo. Por eso, Baldomero, que cuenta con el título de Maestro Artesano otorgado por la Junta de Andalucía,  decidió abrir una escuela de alfarería donde imparte su conocimiento a alumnos de todas las edades con el único objetivo de que esta tradición tan arraigada en su tierra no se pierda.