Este catedrático de Química Orgánica es pionero en España en el estudio de la alelopatía, es decir, de la comunicación bioquímica entre las plantas. “El principal objetivo del científico es generar conocimiento. A partir de ese conocimiento, claro está, llegan las aplicaciones”. Las aplicaciones son muchas e importantes en este terreno. El Grupo de Alelopatía de la Universidad de Cádiz, que Francisco Antonio Macías dirige, estudia, por ejemplo, cómo producir antibióticos naturales y el desarrollo de moléculas anticancerígenas. Sus investigaciones le sirvieron para recibir en 2011 el Premio Miolish, el reconocimiento más prestigioso del mundo en alelopatía.
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