El granadino Paco Pomet estudió Bellas Artes. Probó como profesor de secundaria, pero no era lo suyo. Decidió dedicarse a la pintura y obtuvo varias becas que le llevaron, por ejemplo, a Roma y París. Después se formó en Nueva York. Es uno de los dos españoles que han participado con su trabajo en Dismaland, el efímero y reivindicativo parque temático ideado por el artista Banksy. Trabaja habitualmente con tres galerías en Madrid, Los Ángeles y Copenhague.
Creció al arrullo de las olas del mar en el marinero pueblo almeriense de Garrucha. En su niñez permaneció dos años encerrado en casa debido a una parálisis facial. Allí, en la habitación en la que su padre guardaba los utensilios de pesca, aprendió a dibujar impregnado del olor del mar. No es por tanto de extrañar que este pintor que muestra su obra por medio mundo refleje en cada cuadro la luz, las costumbre, el mar y la calima de su tierra. Para expresar su sentimiento ante el lienzo en blanco utiliza la espátula convirtiendo su técnica en única, según los expertos en arte. Con ella depura la pintura hasta que el lienzo, casi puro, forma parte también de la obra. Nueva York, Pekín, Tokio o París se rinden ante su obra que refleja la luz y las transparencias como pocos saben.
Víctor Pulido, onubense, escultor y pintor. Artista polivalente que navega entre lo conceptual y lo figurativo, entre la descarnada crítica social y propuestas que resaltan la belleza de los seres más inadvertidos en la naturaleza. Pulido, Premio Penagos de Dibujo, uno de los galardones más prestigiosos del país en la disciplina, ha expuesto, entre otras citas de relevancia internacional, en ARCO. Su última exposición, ‘Imago’, está presidida por la gigantesca escultura de una libélula, metáfora del artista en perpetua transición.
Desde muy pequeño le ha encantado dibujar, pero su carrera profesional se inició en el mundo de la animación, donde trabajó hasta hace cuatro años, momento en el que decidió volver a lo que realmente le gustaba, el dibujo. Las acuarelas de José Luis Ocaña han dado la vuelta al mundo. Sus originales se venden por diferentes países, y son editoriales extranjeras con las que edita, de países como Líbano, Emiratos Árabes Unidos, Malta y México. Su proyecto de futuro, sacar adelante un trabajo personal en el que la historia y las ilustraciones son suyas.
Un regalo cambió su vida. Cuando era una niña a Odu Carmona, natural de la localidad almeriense de Olula del Río, su tío la obsequió con un caballete y varios tubos de óleo para expresarse sobre el lienzo. A partir de ese momento supo que dedicaría su vida a su gran pasión: la pintura. Un fallo renal marcó su vida como artista, pero su fuerte y positiva personalidad le ha ayudado siempre a luchar. En el año 2000 decide dedicarse de forma profesional a la pintura y en 2008 recibe un trasplante de riñón que le anima aún más a conseguir su sueño. Desde entonces ha participado en talleres y cátedras con pintores de primer nivel como Antonio López o Enrique Donoso. Con la naturaleza como principal elemento pictórico, ha expuesto por toda España y ha logrado el primer premio del Salón Internacional des Arts de La Bourboule de Francia, de entre las más de 400 obras presentadas de toda Europa.
Con tan solo 43 años Andrés García Ibáñez, almeriense de Olula del Río, cuenta con una colección pictórica propia de cerca de 3.000 cuadros, y una de las colecciones privadas de arte más importantes de Andalucía. Con 1.200 obras inventariadas de artistas tan prestigiosos como Goya, Sorolla o Antonio López, su colección puede compararse con la de los museos públicos más importantes de Andalucía como el de Bellas Artes de Sevilla. Lo que empezó siendo un espacio para exponer su propia pintura se ha convertido en el Museo Casa Ibáñez, un espacio ubicado en su localidad natal por la que cada año pasan alrededor de 5.000 personas.
