Investigadores de la Universidad de Granada han desarrollado un prototipo de plantillas con sensores que miden y analizan simultáneamente los parámetros de presión, aceleración y posición de los pies, lo que permite disponer de información para prevenir dolores o lesiones musculares en terrenos como la medicina y el deporte.
La empresa malagueña Brain Dynamics, una spin-off de la Universidad de Málaga, ha desarrollado un sistema de neuronavegación que reconstruye el cerebro en tres dimensiones. Se trata de una herramienta con la que esperan lograr que las operaciones cerebrales sean menos invasivas y más eficientes para el paciente, y que ofrezca una mejor formación a los neurocirujanos.
El equipo médico dirigido por el doctor Fernando Urdiales ha desarrollado un estudio desde Málaga que ha permitido que una multinacional fabrique un dispositivo contra la sudoración. Se trata de uno de los fenómenos dermatológicos más importantes de los últimos tiempos, ya que aborda este problema de un modo no invasivo para el paciente.
En Málaga han desarrollado iBabyDoctor, una aplicación móvil que funciona como cartilla de salud infantil dirigida a los padres. Claudia Imbers es la pediatra que está detrás de esta app que guía paso a paso en alimentación y estimulación temprana de acuerdo a la edad. Permite llevar en el móvil todo el historial del niño e incluye una agenda con alarma sobre vacunas, desarrollo infantil y citas médicas.
Un radiofísico del Hospital sevillano Virgen del Rocío ha diseñado un dispositivo personalizable que ayuda a predecir cuál va a ser el movimiento de un tumor durante las sesiones de radioterapia, lo que permite ser tan precisos que el número de sesiones se reduce de 30 a tres y la tasa de curación se eleva al 90%, similar a la de una intervención quirúrgica. El sistema ha sido patentado por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y ya se prueba en otros hospitales españoles y latinoamericanos.
Gema Chamorro, investigadora de la Facultad de Fisioterapia de la Universidad de Sevilla, ha diseñado bastones que, a través de un sistema de radiofrecuencia, avisan al usuario con señales visuales y acústicas de su mal uso. De esta manera, se logra evitar la mala distribución de la carga sobre ellos, algo que puede acarrear graves consecuencias como retrasos en la recuperación del paciente, recaídas, problemas musculares y articulares, etc.
