Andrés Navarro es un joven sevillano que siempre tuvo la determinación de trabajar para sí mismo. Bailarín profesional, tatuador, apasionado por la moda, creó Romeo Babe, una empresa dedicada a la elaboración y venta de patucos de bebés inspirados en míticas zapatillas deportivas de coleccionista. A través del comercio electrónico, venden el 99 % de su producción en el exterior. Desde Estados Unidos a China, pasando por Australia.
Sobre su tatami se ejercitan sin distinción niños con necesidades especiales y otros que no las tienen. Gabriel Vera es un profesor de judo sevillano con 25 años de experiencia en la enseñanza de este arte marcial a jóvenes con alguna discapacidad. Uno de sus antiguos pupilos, Abel Vázquez, ha representado a España en tres juegos paralímpicos. En su gimnasio de Bormujos progresa Adrián, un niño con hipoacusia y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. “Buscábamos un arte marcial por el espíritu que tienen las artes marciales, el equilibrio, el autocontrol…”, dice José Luis, el padre de Adrián. Y es lo que han encontrado en este deporte y en las enseñanzas de Gabriel. Adrián mejora y aprende a comunicarse con sus compañeros.
Es sevillano y en 2016 se proclamó mejor jockey amateur del mundo. Ignacio Melgarejo obtuvo este título, concedido por la Federación Internacional de Jinetes Aficionados, tras 60 carreras disputadas por todo el mundo. Compatibiliza sus estudios universitarios de Administración y Dirección de Empresas con su pasión por los caballos y las carreras, sin tener muy claro aún si dará el paso a profesionales. “Mi principal cualidad es la tranquilidad durante la carrera”, dice el joven jinete Melgarejo. Con tranquilidad y humildad, Ignacio triunfa de momento en el circuito internacional amateur.
Es una iniciativa de Programamos, una entidad andaluza sin ánimo de lucro que tiene como objetivo difundir el pensamiento computacional entre los más jóvenes. Sus voluntarios, con una amplia experiencia en la enseñanza de robótica y programación, decidieron llevar su labor a los niños ingresados en el Hospital Infantil del Virgen del Rocío, en Sevilla, […]
Jesús Larios, un militar sevillano de 35 años, protagoniza uno de los primeros vídeos virales de este 2017. Y lo hace junto a su sorprendida hija. Paloma, como se llama la pequeña, cumplía años. Sin embargo no iba a ser un día tan feliz como hubiese querido. Jesús es militar y, aunque trabaja en la base militar de Morón de la Frontera, los dos últimos meses ha estado destinado en Yibuti, en el cuerno de África, como parte de la misión de la Unión Europea contra la piratería en Somalia. Por eso mismo no podría estar presente para celebrar su cumpleaños con ella. O eso creía la pequeña, que se llevó la mayor sorpresa de su vida cuando, en mitad de la celebración, se dispone a abrir un regalo gigante. Entre nervios y rodeada de amigos expectantes, Paloma no da crédito cuando comprueba que dentro de la gran caja está su padre. Y a partir de ahí una tierna escena llena de lágrimas de emoción. Un reencuentro que el militar había preparado con ayuda de la familia y que decidió compartir en su perfil de Facebook sin imaginar la tremenda acogida que tendría. Ya lleva casi 6 millones de reproducciones y miles de reacciones.
La sevillana Rocío Valdivia nació en Osuna y siempre quiso dedicarse al mundo de la tecnología. Su pasión por la informática la ha llevado a convertirse en experta, y referente, en Wordpress, una herramienta de código abierto. Enamorada de su trabajo, viaja por todo el mundo enseñando cómo desarrollar este software. Su sueño: conseguir un mundo más libre a través de Internet.
